Somos conscientes de que una sesión de psicología puede resultar caro, pero detrás de este precio hay un profesional que se ha formado y está preparado para tratar lo que te sucede. Recuerda también que es un servicio individualizado y personalizado; la terapia no acaba con los 50 minutos de sesión, requiere un tiempo de preparación anterior y posterior de las sesiones. Un psicólogo es un autónomo que para el ejercicio de su profesión requiere del pago de unos seguros, una colegiación, impuestos, gestoría, etc. El precio de las sesiones permite el sostenimiento del profesional en el más amplio de los sentidos.
Aunque esta es una de las preguntas que más se formula, lamentablemente es imposible poder determinar una duración exacta de lo que durará un tratamiento psicológico depende de varios factores: el motivo de consulta, el tiempo que lleve activo el problema, la predisposición del propio paciente, los objetivos que se quieran conseguir, etc.
Dar un tiempo estimativo puede resultar arriesgado, pero es necesario entender que una terapia para que sea efectiva al menos durará 5 ó 6 meses si se quiere abordar un caso “estándar”, una problemática “estándar” y una disposición “estándar”.
Las sesiones duran 50 minutos, las primeras están destinadas a la evaluación; conocerte, la problemática, el entorno, etc., posteriormente se marcarán unos objetivos de terapia sobre los que se trabajarán buscando progresivamente distanciar las sesiones para que el paciente consiga funcionar de forma autónoma.
Es importante comprender que no todas las sesiones funcionan igual, hay sesiones que pueden resultar más productivas y se traten temas en profundidad y otras que puedan parecer más ligeras. Ir al psicólogo es un proceso y pasar por diferentes fases es lo más normal y pertenece a la propia evolución del paciente.
La eficacia de las sesiones es la misma, al igual que la forma de trabajar, los contenidos a abordar, etc. Por mantener sesiones online la eficacia del proceso no se verá reducida, al principio puede resultar algo más “extraño” pero el vínculo entre terapeuta – paciente se forma y desarrolla de la misma forma.
Es importante tener en cuenta que debes estar en un espacio cómodo, donde tengas privacidad, evitando las interrupciones y dedicándole un tiempo de reflexión y “preparación” a las sesiones. Conectarte a las sesiones sin dedicar 10 min a acomodarte, pensar en lo que quieres hablar o preparar el sitio, puede ser contraproducente para el transcurso de la sesión, dificultando que aproveches esos 50 min de la forma más optima.
Cuando nos encontramos mal a veces podemos llegar a pensar que lo que me ocurre solo me pasa a mi o que es algo raro. Preocuparte por si el psicólogo te entenderá o sabrá trabajar lo que te pasa es algo normal, pero lo habitual es que las personas cuando tenemos problemas tengamos sintomatología parecida y nos ocurran cosas similares; aunque cada uno tenemos nuestras particularidades pero los problemas comparten aspectos generales. El psicólogo es una persona preparada para trabajar y abordar esas generalidades y para entender y acomodar los objetivos y la terapia a las particularidades de tu caso o de la persona.
La terapia de pareja está basada en sesiones conjuntas donde se trabajan las problemáticas de la pareja y se buscan soluciones a ellas, pero es imprescindible que haya también algún número de sesiones individuales, sobre todo al comienzo de esta. Se necesitan estas sesiones para que cada parte de la pareja se sienta con la tranquilidad y la libertad de poder decir lo que necesite y se exprese libremente sin miedo de herir o ser juzgado por la otra parte.
Esto es lo más habitual en terapia de pareja. Siempre hay uno que está más preocupado y tiene más ganas de ir que el otro, no pasa nada, la terapia será igual de efectiva. Lo único que sí es importante es que comprendáis, que si decidís venir, os tocará trabajar a los DOS; en el proceso es algo más secundario que la disposición de hacer las tareas que se os manden.
El terapeuta de pareja no es un juez; es una persona externa e imparcial que os dará pautas y recomendaciones para que trabajéis vosotros. El terapeuta de pareja ni quita ni da la razón a nadie, simplemente escucha y ofrece herramientas para que podáis avanzar en vuestro proceso conjunto.
Este miedo es muy normal, ya que en terapia de pareja se tratarán temas que os han hecho discutir en el pasado y han producido problemas; cuando se saquen, seguramente se abran viejas heridas.. ¡pero para eso está el terapeuta! Su figura funcionará como un guía que ayudará a resolver viejos conflictos y os ayudará a que no se produzcan de nuevo. El venir y trabajar vuestros problemas os hará salir mucho más fortificados.
Habla con nosotros, estamos aquí para ayudarte en lo que necesites