Las dificultades reales surgen cuando estos problemas ocurren de forma más continuada o no somos capaces de solucionarlos por nosotros mismos, pudiendo llegar a enquistarse.
La terapia para adultos está destinada a trabajar de forma individual con aquellas personas que sientan que el día a día o la vida se les hace cuesta arriba, aunque a veces pueden existir desencadenantes muy claros.