DUELO


He perdido a alguien, ¿acaso no me merezco este tiempo?
uando se llega a cierta edad es prácticamente inevitable que no se haya sufrido alguna pérdida personal, bien sea mediante la muerte (padre, madre, abuelo, tíos, etc.) o el abandono (una pareja que nos deja “sin previo aviso” o de improvisto). Es normal que todos estos periodos supongan un golpe duro para nosotros; no solo es lo racional, si no que es lo bueno psicológicamente hablando. A lo que nos referimos en esta sección es cuando esas pérdidas nos cuestan e inquietan más de lo que deberían, es decir, cuando el tiempo que llevamos dándole vueltas al suceso, supera la “normalidad”. ¿Y cuánto es esa normalidad? Cuando notamos que nuestras personas allegadas parecen cansadas o agotadas de hablar del mismo tema, o cuando no pasa más de uno o dos días sin que logremos pensar en otra cosa, estos dos ejemplos, son dos de los más habituales, pero no los únicos, por los que deberíamos plantearnos el acudir a un profesional que nos ayude y oriente si nosotros mismos no sabemos como continuar con nuestra vida con normalidad.

Notaba que tanto tiempo no era bueno, ¿pero ahora qué hago?
s importante que se comprenda que lo que puede llegar a ser un problema no es el luto por el que estás pasando; como decíamos antes, la pérdida de un ser querido sea del tipo que sea, debe producir esos sentimientos, el problema es la duración de los mismos. Seguramente ahora hayas adquirido unos nuevos hábitos de vida en donde eres tú mismo el que trae al presente esa pena y dolor, lo que te hace aún más difícil el poder superar este momento.
No te preocupes si esto es lo que te ha ocurrido, las estrategias que hayas estado usando seguramente hayan sido las correctas, el problema es que seguramente, además de ciertas estrategias, debas cambiar ciertos pensamientos dañinos y poco reales como; no quiero olvidarle, no se cómo hacerlo, por qué tendría que hacerlo, etc. para los cuales necesites la ayuda de un profesional que te sepa orientar y ayudar en tus circunstancias particulares.
Todo me recuerda a esa persona
otar en un momento como este que todo me recuerda a esa persona es algo muy habitual, parece que la vida misma se ríe de mi mostrándome mil cosas que parecen que están perfectamente relacionadas con la persona que ha desaparecido.
Esta es la trampa mental más recurrente para estos momentos y contra la que más firmemente se debe luchar. No es real que todo me recuerde a esa persona que ya no te acompaña, el problema es que mi cabeza hace que cualquier pequeña cosa que me encuentre, la personalice en esa persona en particular, podría ser de mil personas más o incluso de ninguna en particular, pero yo las personalizo en él, manteniendo vivo su recuerdo y trayéndolo de nuevo a la mente.

Claves para superarlo
ceptación
En este momento nuestros estados de ánimo no son muy estables, podemos estar un día tristes, otros enfadados, otros, ansiosos, etc. no pasa nada, es normal; parte de nuestra labor es saber atender y gestionar los sentimientos que nos vengan, sin juzgarlos o arrepentirnos de ellos, debemos pensar en avanzar, pero al ritmo que necesitemos y podamos lograr nosotros.
uídate
Cuando uno sufre una pérdida, es común que se vuelque en los sentimientos negativos que le surgen y se olvide de los cuidados personales. En estos momentos es importante que sepamos darnos la importancia que tenemos en nuestra propia vida y que seamos conscientes de las necesidades que tenemos; comer, hacer deporte, arreglarse, etc.
éjalo partir
El último y más difícil de lograr, pero seguramente el más importante de todos. Da igual si ha sido una muerte o una ruptura, muchas veces nos resistimos a dejar marchar al ser querido, lo que lo mantiene artificialmente con nosotros haciéndonos sufrir innecesariamente sin recibir nada positivo a cambio.

Esas cosas ya las sabía y no me han funcionado.
eguramente las cosas que te hemos dicho aquí no te hayan descubierto nada que tu no supieras ya, el problema, como te decíamos al principio, es que además de hacer esto, tendrías que cambiar ciertas ideas que tu seguramente das por válidas y buenas pero que son las que te están hundiendo y haciéndote sentir mal. Además, uno debe ser sincero consigo mismo y reconocerse si está haciendo esas cosas y orientándose a superarlo, o está haciendo esas cosas porque se lo dicen, pero sin querer producir cambios reales en su vida, es importante en estos momentos saber si uno está dispuesto al cambio y pensar como lo va a llevar a cabo, bien sea solo o con la ayuda de un profesional.


Tranquilos, tiene solución
osotros creemos que no todo el mundo necesita ir al psicólogo; una persona puede ser capaz de solucionar los problemas que la vida le presenta, pero también es importante ser sincero con nosotros mismos y comprender que si hemos intentado solucionar las cosas creando pactos o acuerdos, hablando de cambios e intentando llevarlos a cabo, pero aún así no hemos podido lograrlo, tal vez sea el momento de pedir ayuda externa.
Entendemos que para algunas personas acudir al psicólogo es un evento novedoso y que puede generar cierta incertidumbre, pero es importante comprender que el psicólogo no es si no una persona objetiva que no va a juzgar a la pareja, si no a ayudarla con herramientas y estrategias para superar esta crisis y salir fortalecido de ella.
Por último, si estás aquí es porque crees que hay esperanza y nosotros estamos dispuestos a trabajar para que así sea. Déjanos ayudarte.
Dejanos ayudarte:
DUELO
He perdido a alguien, ¿acaso no me merezco este tiempo?
uando se llega a cierta edad es prácticamente inevitable que no se haya sufrido alguna pérdida personal, bien sea mediante la muerte (padre, madre, abuelo, tíos, etc.) o el abandono (una pareja que nos deja “sin previo aviso” o de improvisto). Es normal que todos estos periodos supongan un golpe duro para nosotros; no solo es lo racional, si no que es lo bueno psicológicamente hablando. A lo que nos referimos en esta sección es cuando esas pérdidas nos cuestan e inquietan más de lo que deberían, es decir, cuando el tiempo que llevamos dándole vueltas al suceso, supera la “normalidad”. ¿Y cuánto es esa normalidad? Cuando notamos que nuestras personas allegadas parecen cansadas o agotadas de hablar del mismo tema, o cuando no pasa más de uno o dos días sin que logremos pensar en otra cosa, estos dos ejemplos, son dos de los más habituales, pero no los únicos, por los que deberíamos plantearnos el acudir a un profesional que nos ayude y oriente si nosotros mismos no sabemos como continuar con nuestra vida con normalidad.

Notaba que tanto tiempo no era bueno, ¿pero ahora qué hago?
Es importante que se comprenda que lo que puede llegar a ser un problema no es el luto por el que estás pasando; como decíamos antes, la pérdida de un ser querido sea del tipo que sea, debe producir esos sentimientos, el problema es la duración de los mismos. Seguramente ahora hayas adquirido unos nuevos hábitos de vida en donde eres tú mismo el que trae al presente esa pena y dolor, lo que te hace aún más difícil el poder superar este momento.
No te preocupes si esto es lo que te ha ocurrido, las estrategias que hayas estado usando seguramente hayan sido las correctas, el problema es que seguramente, además de ciertas estrategias, debas cambiar ciertos pensamientos dañinos y poco reales como; no quiero olvidarle, no se cómo hacerlo, por qué tendría que hacerlo, etc. para los cuales necesites la ayuda de un profesional que te sepa orientar y ayudar en tus circunstancias particulares.


Todo me recuerda a esa persona
Notar en un momento como este que todo me recuerda a esa persona es algo muy habitual, parece que la vida misma se ríe de mi mostrándome mil cosas que parecen que están perfectamente relacionadas con la persona que ha desaparecido.
Esta es la trampa mental más recurrente para estos momentos y contra la que más firmemente se debe luchar. No es real que todo me recuerde a esa persona que ya no te acompaña, el problema es que mi cabeza hace que cualquier pequeña cosa que me encuentre, la personalice en esa persona en particular, podría ser de mil personas más o incluso de ninguna en particular, pero yo las personalizo en él, manteniendo vivo su recuerdo y trayéndolo de nuevo a la mente.

Claves para superarlo
ceptación
En este momento nuestros estados de ánimo no son muy estables, podemos estar un día tristes, otros enfadados, otros, ansiosos, etc. no pasa nada, es normal; parte de nuestra labor es saber atender y gestionar los sentimientos que nos vengan, sin juzgarlos o arrepentirnos de ellos, debemos pensar en avanzar, pero al ritmo que necesitemos y podamos lograr nosotros.
uídate
Cuando uno sufre una pérdida, es común que se vuelque en los sentimientos negativos que le surgen y se olvide de los cuidados personales. En estos momentos es importante que sepamos darnos la importancia que tenemos en nuestra propia vida y que seamos conscientes de las necesidades que tenemos; comer, hacer deporte, arreglarse, etc.
éjalo partir
El último y más difícil de lograr, pero seguramente el más importante de todos. Da igual si ha sido una muerte o una ruptura, muchas veces nos resistimos a dejar marchar al ser querido, lo que lo mantiene artificialmente con nosotros haciéndonos sufrir innecesariamente sin recibir nada positivo a cambio.

Esas cosas ya las sabía y no me han funcionado.
Seguramente las cosas que te hemos dicho aquí no te hayan descubierto nada que tu no supieras ya, el problema, como te decíamos al principio, es que además de hacer esto, tendrías que cambiar ciertas ideas que tu seguramente das por válidas y buenas pero que son las que te están hundiendo y haciéndote sentir mal. Además, uno debe ser sincero consigo mismo y reconocerse si está haciendo esas cosas y orientándose a superarlo, o está haciendo esas cosas porque se lo dicen, pero sin querer producir cambios reales en su vida, es importante en estos momentos saber si uno está dispuesto al cambio y pensar como lo va a llevar a cabo, bien sea solo o con la ayuda de un profesional.


Tranquilos, tiene solución
Nosotros creemos que no todo el mundo necesita ir al psicólogo; una persona puede ser capaz de solucionar los problemas que la vida le presenta, pero también es importante ser sincero con nosotros mismos y comprender que si hemos intentado solucionar las cosas creando pactos o acuerdos, hablando de cambios e intentando llevarlos a cabo, pero aún así no hemos podido lograrlo, tal vez sea el momento de pedir ayuda externa.
Entendemos que para algunas personas acudir al psicólogo es un evento novedoso y que puede generar cierta incertidumbre, pero es importante comprender que el psicólogo no es si no una persona objetiva que no va a juzgar a la pareja, si no a ayudarla con herramientas y estrategias para superar esta crisis y salir fortalecido de ella.
Por último, si estás aquí es porque crees que hay esperanza y nosotros estamos dispuestos a trabajar para que así sea. Déjanos ayudarte.
Dejanos ayudarte: